Entre otros servicios, pueden elegir entre incineración e inhumación. Se trata de dos de los métodos para despedir a los finados. Las cremaciones tienen cada vez más adeptos, pues prefieren ceremonias sencillas y rápidas, las cuales también pueden ser totalmente personalizables y elegantes. Los familiares disponen, tras la cremación, de urnas especialmente fabricadas para contener los restos.
Existen contenedores de diferentes tamaños y acabados... con materiales incluso biodegradables, que se utilizan para cuando los familiares (o los propios fallecidos en sus últimas voluntades) deciden depositar los restos en un entorno natural. Asimismo se puede disponer de joyería u orfebrería específica, que contendrá pequeños restos de las cenizas ocasionadas durante la incineración.
Los familiares pueden disponer, en las inhumaciones, de gran cantidad de elementos personalizados y a la medida. Es el caso de las lápidas. Materiales como el granito o el mármol pueden servir para dar forma a elementos que requieren una total resistencia ante los fenómenos atmosféricos. Las lápidas pueden contener inscripciones realizadas incluso con láser, de manera que el testimonio escrito permanezca casi eternamente.
Además de estos servicios, se proporcionan ornamentaciones florales para personalizar velatorios, el acompañamiento del coche fúnebre o las mismas ceremonias funerarias. Otra de las posibilidades es conseguir documentos legales para hacer efectivas repatriaciones, traslados nacionales, locales, provinciales... así como bajas de organismos públicos o privados. Se recomienda ponerse en contacto solo con especialistas de servicios fúnebres integrales para conseguir las ceremonias más personalizadas, profesionales y distinguidas.
